viernes, 30 de mayo de 2014

Labor de Conversión

La labor de conversión, se baso principalmente en tomar las imágenes, códices, cantos, pinturas y jeroglíficos para usarlos como manera de enseñanza, es decir, relacionaban los Dioses con los Santos, y el Dios más importante con Dios Padre, de manera que los mismos indígenas fueron cediendo a una conversión más pacífica, de la misma manera, los frailes intentaron refutar todo argumento e idea sobre los dioses de los indígenas haciendo las comparaciones pertinentes, demostrando que los ídolos eran dioses débiles, y que exigían mucho más de lo que el Dios cristiano pedía, argumentaban que los ídolos pedían sacrificios, rito que conllevaba ira, maldad, y que a cambio de eso, la deidad cristiana, era un Dios de amor y afecto, que sólo pedía eso, haciéndoles ver que su sistema dogmático carecía de valor y hacían énfasis en todos los beneficios que una vida cristiana podía ofrecer.
Para lograr la total conversión de los indígenas, el método de catequesis fue quizá el método más común utilizado en la mayoría de las órdenes cristianas, para los frailes agustinos, este método fue el resultado de una labor de confianza e intercambio cultural, este se debió a que  al haberse ganado la confianza de los indígenas, haber dominado sus lenguas nativas, y de igual manera, los indígenas al hablar el español, la catequesis dio frutos para los misioneros, pues para ellos el hombre era el centro de interés y atención.
El deseo de los frailes Agustinos, de llegar a los indígenas  de una manera diferente a las ordenes que les antecedieron, hizo que desde el momento de su llegada a la Nueva España, ayudados por los Franciscanos, Dominicos y laicos indígenas, resaltara y causara un efecto especial a los indígenas. Esto se debió a que los frailes Agustinos, aprendieron las lenguas indígenas de los lugares donde se situaron tales como; Náhualt, Matlatzinga, Otomí, Chichimeca, Mixteca, Zapoteca, Tlapaneca, Totonaca, Tepehua, Tarasco, Huasteca, Mazahua, Ocuilteca y Jarucha, y las empleaban en el momento de la catequesis, y las misas en especial en la Homilía. 


“La misión evangelizadora no consistió en llevar la Verdad a los que se encontraban sin ella, sino más bien en despertarla en aquellos que la poseen oscurecida, deformada e ignorada”
Fray Francisco Galende O.S.A 

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